Buena parte de los accidentes eléctricos que se dan en el hogar tienen que ver con instalaciones deficientes o en mal estado, de manera que cualquier pico de tensión, o cualquier sobreconsumo, pueda ser potencialmente peligroso.
Pero además, los descuidos también son factor de riesgo y hoy vamos a poner foco en 7 de los más comunes:
1. Desenchufa todos aquellos electrodomésticos que no estés utilizando, los pequeños (secador, cafetera, maquinilla de afeitar…) porque además de evitar accidentes, también reducirás tu consumo eléctrico.
2. Es muy importante que tu instalación eléctrica tenga toma de tierra.
3. ¿Vas a cambiar una lámpara o manipular un enchufe? No te creas Macgyver e interrumpe la electricidad, no vayamos a tener un susto.
4. Al menos cada 5 años llama a un especialista para que chequee si la instalación eléctrica está en condiciones. Si te cambias de casa, es importante que éste sea uno de los aspectos en los que pongas atención.
5. Cuando desenchufes un aparato, no lo hagas tirando del cable.
6. Un clásico, no manipular aparatos eléctricos si estás en contacto con el agua. Por más que lo sepamos, los despistes a veces juegan malas pasadas.
7. ¿Sabes lo que es un diferencial? Aunque no lo sepas, tu casa debería de tenerlo, porque controla las subidas y bajadas de tensión, y ante una derivación, interrumpe el suministro.
Y si hay niños en casa, incrementa aún más la precaución. Los pequeñajos suelen tener especial interés, por lo que se esconde en esos agujeritos que hay en la pared, así que encárgate de que cada enchufe tenga un buen protector plástico.