La luz condiciona nuestras vidas, nuestro ánimo, nuestra manera de relacionarnos con los demás y con el entorno. Y no nos referimos sólo a la luz natural, sino también a la artificial, a la que tenemos en casa. Dependiendo de la iluminación que elijamos para nuestro hogar, nos sentiremos de una manera u otra. Y como lo que queremos es que te sientas lo mejor posible, aquí te hemos preparado una serie de consejos para iluminar tu casa:
1. No tengas un único punto de luz
Una única luz o lámpara en una habitación generará zonas en penumbra y no propiciará un espacio versátil. Es mejor contar con varios puntos de luz y combinados (de techo, de pared, de suelo, de sobremesa…) de esta manera generaremos distintos ambientes según nuestras necesidades y tendremos espacios mucho más acogedores.
2. En el dormitorio, revisa tus hábitos
Lo principal que hacemos en la habitación es dormir, vestirnos y quizá leer antes de entregarnos al sueño. Si estos son los hábitos, es muy posible que no tenga sentido una iluminación general. Nosotros recomendamos instalar una línea de luces en la zona de la armariada, de manera que ilumine su interior cuando abramos las puertas. Las luces en la mesita también tiene un gran sentido, son acogedoras y útiles si nos gusta leer antes de irnos a dormir. Hay una tendencia que cada vez se utiliza más, las luces ‘miga de pan’. Estas luces son muy leves y se sitúan en la pared (a una distancia de 20 cm del suelo) o debajo del armario o mesitas. Es una luz que te permite levantarte y ver sin molestar a la otra persona que duerme en la habitación. Es útil cuando tenemos que ir al baño en mitad de la noche o si cada uno se levanta a una hora.
3. Las paredes, las grandes olvidadas
Hay una tendencia a iluminar el suelo, pero lo cierto es que iluminar las paredes tiene un gran efecto, decorativo y práctico. Si la iluminación es hacia arriba, aún mejor, porque rebota en el techo y la luz se distribuye de una manera tamizada y uniforme por la estancia. Este tipo de iluminación también resulta fantástica para los pasillos. Eso sí, si estamos hablando de una zona de paso, ponla a una altura que quede por encima de la cabeza, ya que si la pones a más baja altura, puede resultar molesta.
4. La luz como elementos decorativo
Utilizar puntos de luz para potenciar algún objeto de la casa es un buen recursos. Por ejemplo, una librería, un cuadro, una escultura o incluso un ramo de flores. Suelen ser luces de baja potencia, con un consumo muy reducido, y que darán a nuestro hogar un toque diferente y diferenciador.
5. Puntos de luz de trabajo
En la cocina, prueba a utilizar puntos de luz orientados a la zona de trabajo. Es práctico y también resulta muy acogedor. Si te gusta leer, sitúa un punto de luz en tu zona de lectura, y si trabajas en casa, ilumina bien tu zona de trabajo, y evita sobre todo la proyección de sombras.
Iluminar bien un hogar es un aspecto importante que conviene tomarse en serio. Y ya sabes, si necesitas más consejos o contar con el asesoramiento de profesionales, no dudes en ponerte en contacto con Llumiart.
